Miguel Ángel Sagredo | Director del Área Jurídica de la Asociación de Empresas del Sector de las Instalaciones y la Energía (AGREMIA)

¿Cómo afecta el cumplimiento del Real Decreto 110/2015 sobre la gestión de RAEE en España al trabajo diario de los instaladores?

 

Las empresas instaladoras, en su labor habitual de instalación y mantenimiento de todo tipo de instalaciones, tanto domésticas como comerciales e industriales, actúan con frecuencia como comercializadores o distribuidores de AEE, constituyendo el último eslabón de la cadena de suministro al cliente final.

 

Así mismo, pueden actuar como subcontratistas del comercializador del producto, de modo que, aun sin tener relación comercial directa con el cliente final, instalan, mantienen o reparan los productos comercializados por aquel y adquiridos por éste.

 

Tanto en un caso como en otro, están sujetos a algunas de las obligaciones que imponen las normas, tanto en lo que afecta a los embalajes de productos suministrados, como la recogida de aquellos que se retiran del mercado y deben ser objeto de gestión.

 

¿Cuáles son las prácticas responsables que implementan los instaladores asociados a la entidad para asegurar Persistiendo en las prácticas responsables para fortalecer el sector una desinstalación adecuada de los equipos y la gestión posterior de los RAEE?

 

Con carácter general, los RAEE son retirados de modo que puedan ser entregados de manera segura y completa a los gestores de residuos.

 

En el caso de los equipos de climatización y refrigeración cargados con gases fluorados, concurren dos circunstancias adicionales que hacen que la labor deba hacerse con especial cuidado. Por un lado, el RAEE pasa a tener la consideración de residuo peligroso. Por el otro, es necesario adicionalmente recuperar los gases fluorados de la instalación e incluso, del propio equipo, si no puede sellarse con el gas incorporado.

 

En estos casos, la actuación precisa de una habilitación adicional por parte de la empresa instaladora, de conformidad con el RD 115/2017 por el que se regula la comercialización y manipulación de gases fluorados y equipos basados en los mismos, así como la certificación de los profesionales que los utilizan y por el que se establecen los requisitos técnicos para las instalaciones que desarrollen actividades que emitan gases fluorados.

 

¿Cómo se gestionan los envases y embalajes presentes en los equipos que se instalan? ¿Se reciclan a través de gestores autorizados o se desechan junto con otros residuos?

 

En determinados casos es la propia empresa quien retira los embalajes y los deposita, bien en contenedores habilitados o en puntos limpios. No obstante, en particular a nivel doméstico, es habitual que en el caso de aquellos que se corresponden con equipos de pequeñas dimensiones, los mismos queden en poder del titular, dado que en caso de que pretenda reclamar en garantía, devolver o ejercer el derecho de desistimiento, va a tener que restituir el producto en su embalaje original.

 

¿Las empresas instaladoras asociadas a la entidad reciben formaciones específicas sobre la gestión de residuos y la importancia del reciclaje?

 

Singularmente en el caso de las empresas dedicadas a las actividades de instalación y mantenimiento de instalaciones de climatización y de instalaciones frigoríficas, se recibe una formación específica orientada a la adecuada gestión de los residuos peligrosos que derivan de su actividad profesional.

 

¿Qué iniciativas o programas específicos implementan los profesionales asociados para promover la reutilización de los aparatos o la reparación de los equipos en lugar de su descarte?

 

En el caso de los clientes que tienen la condición de consumidor, la modificación de la ley de defensa de los Consumidores y Usuarios que entró en vigor en enero de 2022, ha introducido medidas para promover la reparación de los equipos, tales como la ampliación de los plazos de garantía o la ampliación de los plazos en los que los fabricantes deben poner a disposición piezas de repuesto una vez que un producto se ha dejado de comercializar y se ha descatalogado.

 

Asimismo, dado que el valor de la mayor parte de los aparatos eléctricos y electrónicos que se suministran por parte de las empresas instaladoras tiene un valor relevante, el cliente suele preferir la reparación a la sustitución siempre que la diferencia de valor entre una operación y otra sea significativa.

 

No obstante, en ocasiones, es la propia normativa la que incentiva al cambio o sustitución de los equipos antes del final de su vida útil, promoviendo la renovación de los mismos por razones de seguridad, eficiencia energética o medioambientales, como la prohibición de continuar utilizando ciertos gases refrigerantes.

 

En el ámbito comercial e industrial, normalmente es el propio titular de la instalación quien, salvo excepciones, opta por la reparación frente a otras medidas.

 

¿Considera que una mayor concienciación sobre la gestión de RAEE entre los instaladores podría mejorar la situación actual de estos residuos?

 

Todas las acciones y medidas que se adopten para promover la formación y la concienciación de los profesionales y empresas del sector, deben ser consideradas como positivas y contribuirán positivamente a que las empresas instaladoras desarrollen políticas que contribuyan a incrementar el nivel de recogida y reciclaje de los AEE que suministren o instalen.

 

A ello también puede contribuir una adecuada compensación de los costes económicos que supone adoptar este tipo de medidas para los profesionales.

 

¿Cuáles son los principales retos que se plantea AGREMIA en cuanto a la gestión adecuada de los RAEE?

 

Nuestra labor está focalizada en asesorar e informar adecuadamente a las empresas instaladoras – en particular las que se incorporan al sector – acerca de sus obligaciones medioambientales, así como ofrecerles la posibilidad de contactar con entidades como Fundación ECOTIC Clima, que les faciliten el cumplimiento de tales obligaciones, poniendo a su disposición los medios a través de los cuales puedan gestionar adecuadamente los residuos derivados de su actividad profesional.

 

¿Qué medidas o mejoras considera que podrían implementarse para mejorar la gestión de RAEE en el sector de la instalación?

 

Como hemos indicado, es necesario persistir con la labor de información, formación y concienciación, en particular para los profesionales y empresas que cada año van incorporándose al sector.

 

Asimismo, la adopción de medidas técnicas que faciliten la recogida y entrega de los residuos por parte de las empresas a los gestores de residuos. Téngase en cuenta que hay profesionales, como los autónomos, que habitualmente carecen de infraestructura para almacenar los residuos en espera de que sean retirados por los gestores.

 

En el caso de residuos eléctricos o electrónicos, que, por su naturaleza, estén combinados con otros residuos de diferente naturaleza, como los equipos de refrigeración y climatización que a su vez incorporan gases refrigerantes que deben recogerse de manera simultánea, propondríamos que ambos puedan ser entregados al mismo gestor de residuos sin que deban entregarse unos y otros a gestores diferentes, con independencia de su habilitación.

 

En el caso de residuos de carácter peligroso, sugerimos que la normativa permita que los mismos sean trasladados por la empresa instaladora hasta las instalaciones del gestor de residuos, del mismo modo que hoy en día se permite el traslado a sus propias instalaciones para almacenarlos en espera de que el gestor o trasportista pase a retirarlos.

 

Finalmente, como ya hemos apuntado, una adecuada compensación de los costes que supone para las empresas instaladoras el cumplimiento de los requisitos legales, sin duda estimularía el celo de éstas en su cumplimiento.