La conciencia ambiental y la sostenibilidad son, cada vez más, prioritarias para las personas y el sector de la gestión de residuos eléctricos y electrónicos, es imprescindible para construir un futuro más verde y responsable.

 

Con una creciente dependencia de la tecnología en todas las esferas de la vida moderna, el sector de los aparatos eléctricos y electrónicos experimenta un constante crecimiento. Sin embargo, este crecimiento también conlleva grandes retos en términos de gestión de residuos y conservación de recursos.

 

El papel de los instaladores se ha convertido en esencial en este contexto. Como actores clave en la cadena de suministro, los profesionales tienen la oportunidad de influir en la elección y la gestión adecuada de los equipos, contribuyendo así a reducir el impacto ambiental y fomentar la economía circular. Desde la implementación de prácticas de instalación eficientes hasta la promoción de la reutilización y el reciclaje de equipos obsoletos, los instaladores comprometidos desempeñan un papel clave en la construcción de un futuro más sostenible.

 

Uno de los aspectos más destacados del programa Ecoinstaladores es su enfoque integral en el ciclo de vida de los dispositivos electrónicos. Desde el diseño hasta el desmontaje, los Ecoinstaladores se aseguran de que los productos se gestionan de manera responsable, minimizando así su impacto ambiental. A través de la formación rigurosa y el uso de tecnologías avanzadas, estos profesionales se convierten en expertos en el desmontaje y reciclaje de componentes electrónicos, garantizando una gestión adecuada de los residuos y su reintroducción en la cadena de valor.

 

La importancia de la iniciativa radica en su capacidad para concienciar a los profesionales sobre la necesidad de un correcto reciclaje de RAEE. A menudo, los dispositivos electrónicos en desuso terminan en vertederos o son almacenados en nuestros hogares, lo que resulta en una carga ambiental significativa. Este programa se esfuerza por cambiar esta realidad, educando a los profesionales sobre la importancia de separar y reciclar adecuadamente los RAEE. Además, fomenta la colaboración con diferentes actores, como fabricantes, distribuidores y autoridades locales, para establecer canales eficientes de recogida y reciclaje.

 

Una desinstalación sostenible no solo tiene un impacto medioambiental, sino también social y económico. Al garantizar un manejo adecuado de los RAEE, se reducen los riesgos asociados a la contaminación del suelo y del agua, así como a la liberación de sustancias tóxicas. Además, el reciclaje de componentes electrónicos permite la recuperación de materiales valiosos, reduciendo así la dependencia de recursos naturales limitados. Esta economía circular también genera empleo y promueve el desarrollo de una industria de reciclaje sostenible.

Una gestión responsable

 

Al llegar al final de su vida útil, los sistemas de aire acondicionado requieren una gestión específica para prevenir impactos adversos en el medio ambiente. En este contexto, es imprescindible que los instaladores desinstalen y gestionen de forma adecuada estos dispositivos obsoletos. La contaminación generada por los aires acondicionados se atribuye principalmente a la presencia de sustancias como los gases clorofluorocarburos (CFC) e hidroclorofluorocarburos (HCFC), que contribuyen al calentamiento global y al deterioro de la capa de ozono.

 

La descontaminación de estos equipos se concentra en la extracción de componentes potencialmente perjudiciales, destacando los condensadores con placas de circuito impreso, los materiales pirorretardantes bromados, así como los aceites y gases presentes en los circuitos de refrigeración, principalmente gases fluorados y clorados.

 

Los equipos de aire acondicionado los componen una gran variedad de materiales, algunos de ellos altamente reciclables. Específicamente, los compresores, fabricados mayoritariamente con metales como aluminio y cobre, son de gran valor en los procesos de reciclaje. Los intercambiadores de calor, compuestos por metales como el aluminio o acero inoxidable, son reciclables y susceptibles a procesos de recuperación de metales.

 

Instaladores comprometidos

 

En este proceso, es imprescindible que los instaladores asuman su responsabilidad, incluyendo la gestión segura de los gases, evitando su liberación a la atmósfera y separando adecuadamente los materiales. Es fundamental que los instaladores realicen la separación de materiales en el mismo punto de desinstalación para facilitar el proceso de reciclaje posterior.

 

Realizando una adecuada gestión, actualmente es factible reciclar prácticamente el 100% del peso de los residuos de los aparatos de aire acondicionado, obteniendo diversas fracciones que se pueden recuperar y reincorporar a la fabricación de nuevos productos. Este enfoque sostenible no solo preserva el medio ambiente, sino que contribuye también a la circularidad de los materiales presentes en los equipos.

 

Para los Ecoinstaladores no es lo mismo reciclar, que reciclar bien.